Son las 9 de la mañana del día 28 de Diciembre. Una nueva residente muy madrugadora hace entrada en el comedor. Viene ataviada con un pañuelo que le cubre toda la cabeza y que no se quita durante todo el desayuno. Todo el mundo la mira pero nadie dice nada. Quieren acercarse para verle la cara y aunque es muy vergonzosa, habla animadamente con los compañeros de mesa.
Su nombre es Tomasa, oriunda de Benegiles y tiene 84 años
A lo largo de la mañana, algunos residentes se han estado preguntando dónde estaría “esa mujer tan extraña que ha desayunado hoy con nosotros”. No volvió a hacer acto de aparición hasta la hora de la comida y tras bendecir la mesa….SORPRESA!! Tomasa no usaba andador ni llevaba en la cabeza el pañuelo por vergüenza, sino para que nadie la reconociera!!!
FELIZ DÍA DE LOS INOCENTES A TODOS.