El lunes, aprovechando que hacía bueno en la terraza, estuvimos echando una partida a la rana.
Ninguno tuvo la suerte de meter la ficha por la boca de la rana, pero las ganas de intentarlo no faltaron en ningún momento.
Eso sí, después de una disputada partida, repusimos energías con un buen aperitivo que nos prepararon en cocina.